El VIII Informe FOESSA (Informe sobre Inclusión y Exclusión Social) nos dice que en 2018 los beneficiarios de las rentas mínimas apenas alcanzaban al 33% de las personas que sufrían la pobreza severa. Esto significa que, aún sin haberse producido la actual crisis, ya era necesario una revisión, adaptación y extensión de la cobertura de las rentas mínimas.
Cáritas propone incorporar a tres colectivos insuficientemente protegidos, y que están en pobreza o bien estructural o fruto de la coyuntura, como puede ser la creada por el coronavirus. Dichos colectivos son:
• Los hogares sin ingresos que se encuentran en situación de pobreza.
• Los hogares con bajos ingresos por la precariedad del mercado de trabajo.
• Familias desfavorecidas con hijos a cargo, que están representando situaciones cotidianas de pobreza infantil.
Esta propuesta no debería quedar circunscrita a la actual crisis que estamos atravesando. Las crisis pasadas o presentes, como reiteradamente ha constatado la Fundación FOESSA, siempre proyectan sus efectos más perjudiciales sobre la población más vulnerable, que no goza de una estabilidad permanente.
Cáritas Aravaca-Pozuelo, en las parroquias Asunción de Nuestra Señora de Aravaca, su homónima de Pozuelo Pueblo y Nuestra Señora del Carmen en Pozuelo Estación continúan ayudando a las familias más desfavorecidas entregándoles bolsas de comida, con todas las precauciones que Sanidad exige.
De igual forma se continúan dando clases de apoyo escolar, a través de la herramienta Skype e igualmente a través de un voluntariado telefónico se acompaña a personas mayores que atraviesan situaciones de soledad o confusión, estableciendo una rutina de seguimiento y conversación con ellos.