Broadway, Hollywood o el Carnegie Hall, es posible que estos sean los centros mundiales de la música escénica, lugares en los que se respiran sonidos de fantasía, se desprende ilusión y los artistas se encuentran en su hábitat natural. Porque ha llegado el momento de regresar, de que la música regrese para iluminar nuestros corazones y el COVID – 19 solamente suponga un breve paréntesis en la historia y el público pueda recibir esa ilusión con alegría.

La Ynseparable, para este concierto, se ha inspirado en los espectáculos de la Gran Vía madrileña exportando un programa donde la música será el eje conductor, pero en el que la acción, el teatro, la comedia o el canto tiene su espacio. Para ello contará con la presencia en el escenario de la Banda de Música de la propia sociedad, un maestro de ceremonias muy especial en la voz de Rafael Boeta, el humor más original de Ignacio González y la voz de la soprano Lucía G. Casanueva.

El programa de concierto está diseñado para volver a emocionar, recordando algunas melodías de grandes compositores que por desgracia nos han abandonado, evocando las grandes canciones que representan la música en escena, y sobre todo, porque algo ha cambiado, se percibe en el aire, se respira alegría, el ambiente está revuelto, ya comienza a sonar la música, el público se sienta en su butaca, que suba el telón y de comienzo la función.