8 hábitos de aprendizaje fundamentales
Colaboración
Trabajar en equipo permite a los estudiantes abordar retos y descubrir nuevas perspectivas y aprender unos de otros. Se trata, además, de un hábito fundamental para el mundo laboral moderno, donde la cooperación y el trabajo en equipo está cada vez más presente.
Creatividad
La etapa de la niñez y la adolescencia es vital para el desarrollo de la creatividad. Fomentarla hará que los estudiantes sean más flexibles y adaptativos, características significativas en un mundo cada vez más globalizado y en constante cambio.
Curiosidad
Un alumno curioso buscará constantemente nuevos conocimientos y experiencias, algo muy valioso que le enriquecerá para toda la vida. Ello los llevará, también a tener un entendimiento mucho más profundo y significativo.
Empatía
Aprender a considerar y respetar los puntos de vista ajenos es crucial a la hora de trabajar y conocer ambientes diversos. También es una herramienta de gran relevancia a la hora desarrollar habilidades sociales.
Reflexión
Transmitir a los alumnos la importancia de reflexionar qué han aprendido, cómo lo han aprendido y cómo lo pueden aplicar en un futuro, les ayudará a interiorizar el conocimiento mucho mejor y, con ello, lo aplicarán en situaciones futuras.
Resiliencia
Se trata de una cualidad de gran valor para cualquier situación vital. La resiliencia permite a los estudiantes enfrentarse a situaciones complicadas y fracasos sin perder el ánimo. En el proceso de aprendizaje, no todo es éxito. Por tanto, ser resiliente les ayuda a los estudiantes a perseverar sus esfuerzos por aprender y mejorar.
Responsabilidad
Los niños pueden comenzar a ser responsables desde edades tempranas. Los alumnos que asumen responsabilidad en su educación tienden a establecerse sus propias metas, gestionar su tiempo eficazmente y buscar, por iniciativa propia, recursos que apoyen su aprendizaje.
Pensamiento crítico
Se trata de una actividad de gran valor en un momento en el que los alumnos tienen al alcance de la mano un gran volumen de información. Desarrollar el pensamiento crítico les permitirá cuestionar y analizar toda la información que reciben y tomar decisiones de forma consciente.
En el desarrollo de estos hábitos tiene gran peso aquellas experiencias que se viven fuera de las aulas. Es el caso, por ejemplo, de los campamentos de verano en las que pueden realizar actividades como manualidades, cocina o actividades deportivas.
También hay iniciativas poco conocidas en nuestro país como es la del Premio Duque de Edimburgo. Se trata de un programa creado en 1956 por el Duque de Edimburgo que perseguía ofrecer a los jóvenes, de entre los 15 y 18 años, la oportunidad de desarrollarse y adquirir habilidades útiles para su vida, como las citadas anteriormente.
Hoy en día, se trata de un programa Internacional en el que pueden participar alumnos de todas partes del mundo. Colegios británicos como Hastings School, ubicado en Madrid, ofrecen a sus estudiantes a participar en este programa. Para conseguirlo, los jóvenes tienen que practicar actividades deportivas, de voluntariado y realizar una expedición de dos días en la que aprenden habilidades como cartografía, acampada y trabajo en equipo.