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El primer laboratorio destinado al diseño de fármacos oncológicos, que utiliza inteligencia artificial, ha sido inaugurado por el Hospital público Clínico San Carlos.

miércoles 16 de octubre de 2024, 16:05h
El primer laboratorio destinado al diseño de fármacos oncológicos, que utiliza inteligencia artificial, ha sido inaugurado por el Hospital público Clínico San Carlos.
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Este recurso, que se pone en marcha en la Unidad de Terapias Experimentales del Hospital Clínico San Carlos, junto a la Fundación Cris contra el Cáncer, es el primero de sus características integrado en un hospital público de la sanidad española, y su objetivo es “descubrir tantos compuestos como sea posible e identificar dianas terapéuticas de los tumores para la investigación de nuevos fármacos, con la ayuda de inteligencia artificial y la química computacional, lo que permitiría para los pacientes, con un coste un 80% inferior que con los métodos tradicionales”, explica el oncólogo del Hospital Clínico San Carlos y director de la Unidad de Terapias Experimentales, Alberto Ocaña.

En la presentación del laboratorio, estuvieron presentes diversas personalidades, entre ellas Inmaculada Ibáñez de Cáceres, quien ocupa el cargo de directora general de Investigación y Docencia en la Consejería de Sanidad; así como César Gómez, el gerente del Hospital Clínico San Carlos, y Marta Cardona, la directora de la Fundación Cris contra el Cáncer. También asistieron profesionales de la salud y pacientes.

El laboratorio comenzará su trabajo con grandes colecciones de compuestos que abarcan millones de moléculas distintas, cada una con sus propiedades únicas. En el desarrollo de las investigaciones, se aplicarán algoritmos de inteligencia artificial para analizar estos millones de compuestos y eliminar aquellos que tengan menores posibilidades de resultar efectivos.

La investigación ha progresado significativamente, permitiendo identificar numerosos puntos débiles en los tumores que no se encuentran en las células sanas. Estos puntos son conocidos en el ámbito científico como dianas terapéuticas. Sin embargo, el desafío radica en que la creación de medicamentos dirigidos a estas dianas resulta ser un proceso muy lento, costoso, y no siempre culmina con un fármaco que sea completamente eficaz.

La química computacional, respaldada por la inteligencia artificial, tiene el potencial de reducir el tiempo y aumentar las probabilidades de éxito en diversas fases, que van desde el descubrimiento de la diana hasta el diseño virtual del fármaco. Según señala Pedro Pérez Segura, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos, “estas nuevas técnicas pueden identificar fármacos en meses cuando hasta hace poco se tardaban años, ahorrando recursos económicos y multiplicando las posibilidades de acercar nuevos fármacos a los pacientes, ya que disponemos de la infraestructura necesaria para ello en el laboratorio integrado en la unidad.”

El siguiente paso consiste en llevar a cabo simulaciones tridimensionales para investigar cómo los fármacos potenciales interactúan y se relacionan con la molécula del tumor, con el objetivo de atacarlo. Esta fase es crucial para anticipar si estos tratamientos tienen una verdadera utilidad y permite eliminar aquellos que no cumplen con este criterio.

Una vez que se han identificado los compuestos más prometedores, se emplean otras herramientas de inteligencia artificial para sugerir pequeñas modificaciones que podrían potenciar su actividad. Después de numerosos ciclos de optimización, se logran obtener los compuestos más viables y prometedores, los cuales serán evaluados en modelos de laboratorio para verificar su eficacia.

Si los resultados obtenidos son favorables, estos compuestos podrán avanzar hacia ensayos clínicos, donde comenzarán a beneficiar a los primeros pacientes.

La aceleración de todas las fases previas a los ensayos de laboratorio se logra mediante estos pasos, permitiendo que lo que antes requería entre 5 y 10 años ahora se complete en solo unos meses. Gracias a la inteligencia artificial, al Big Data y al esfuerzo conjunto de un equipo multidisciplinario en este laboratorio de química computacional, que incluye a médicos especialistas, investigadores, biólogos moleculares, químicos computacionales, bioinformáticos e ingenieros, el descubrimiento de nuevos fármacos puede ser acelerado. Esto facilita que los tratamientos lleguen más pronto a aquellos pacientes que aún no cuentan con una opción terapéutica efectiva.

En diversos tipos de cáncer, se presentan alteraciones y mutaciones que son bastante comunes. Por lo tanto, el desarrollo de ensayos más inclusivos, que abarquen múltiples tipos de cáncer, tiene el potencial de proporcionar información valiosa. Esto nos podría acercar a tratamientos que no solo sean efectivos, sino también personalizados para cada paciente y sus necesidades específicas.

El cáncer representa un desafío complicado. A pesar de que en los últimos años se han conseguido progresos significativos, muchas personas continúan viéndose gravemente afectadas, y los diagnósticos aumentan cada año. Por esta razón, es de vital importancia llevar a cabo investigaciones y ensayos clínicos que faciliten el desarrollo de nuevas terapias, las cuales puedan proporcionar respuestas más efectivas y rápidas.

En esta unidad, se cuenta con un laboratorio de oncología traslacional, donde se llevan a cabo investigaciones para descubrir nuevas dianas y estrategias terapéuticas. Estas investigaciones se centran en tumores que necesitan tratamientos más específicos o efectivos, analizando los MECANISMOS CELULARES que han sido alterados y que pueden ser atacados mediante fármacos. Además, se examinan los mecanismos de acción de nuevos compuestos, así como las razones detrás de la resistencia a los tratamientos existentes.

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