En la muestra de entrevistados, destacan principalmente particulares, pequeñas y medianas empresas, así como trabajadores autónomos de diversos municipios. Este crecimiento en los últimos años se refleja en la percepción que tienen los usuarios sobre Canal, un indicador que ha aumentado casi un 15% desde 2017. En ese año, la puntuación era de 7,44, mientras que actualmente alcanza por primera vez el 8,5.
Para los madrileños, la continuidad del suministro, que se define como la falta de interrupciones, sigue siendo el aspecto más valorado en cuanto al abastecimiento, obteniendo una calificación de 9,25. A continuación, se encuentran la calidad, el sabor y la transparencia del agua, con un puntaje de 8,80, mientras que la presión con la que el agua llega a los grifos alcanza un notable 8,62.
Las encuestas examinan la percepción de temas como la cercanía en el trato, que obtuvo una puntuación de 7,57; la excelencia y seguridad del servicio, con un resultado de 8,58; así como la transparencia y confianza, que alcanzaron una calificación de 8,30. Además, se abordan cuestiones menos convencionales, tales como el orgullo que representa contar con Canal como proveedor, valorado en 8,05, o si los usuarios estarían dispuestos a perdonar errores a esta empresa, que recibió una puntuación de 6,96.
Ocho de cada diez personas se mantienen leales a Canal de Isabel II.
Desde hace dos años, la empresa pública madrileña ha comenzado a indagar entre sus clientes sobre la posibilidad de cambiar de suministrador de agua si se presentara la oportunidad. En este contexto, los datos muestran que un 81,4% de los encuestados se quedarían leales al Canal de Isabel II, incluso en presencia de otros proveedores. Por otra parte, el 62,1% de los clientes indicaron que recomendarían los servicios de esta compañía a un amigo o familiar.