El 8 de mayo hará un año que la OMS reconoció el LIPEDEMA como una “alteración neonatal de la grasa subcutánea”. Esta acumulación desproporcionada, que es una inflamación del tejido graso y se ceba en las piernas para colapsar su sistema circulatorio, tiene la mejor solución en el Lipoláser de IML porque es la única técnica que asegura la retracción cutánea de los volúmenes grandes, limita el edema y respeta los vasos linfáticos.
Palabra de la OMS
Tal y como se estipula en el apartado EF02, el Lipedema es una “inflamación difusa, no focal del tejido graso, generalmente localizado en piernas, muslos, caderas y porción superior de los brazos”. Distinto al linfedema, es una acumulación atípica, blanda y simétrica del tejido graso subcutáneo, que se acompaña de hinchazón permanente y se apodera de las piernas, a las que convierte en dos columnas sin forma. Aunque en su estadio más evolucionado puede afectar a los brazos, generalmente se focaliza en los glúteos, muslos, rodillas y tobillos, pero nunca en los pies. Este almacenamiento desproporcionado, que no guarda relación con el sobrepeso, tiene como consecuencia el colapso del sistema linfático, que se ve entorpecido y desbordado. De ahí, la predisposición al lipo-linfedema.
Es un problema crónico, que se agrava con la edad y está directamente relacionado con la herencia genética. Casi privativo de las mujeres, suele dar la cara en la pubertad y en ocasiones, tras los embarazos o la menopausia. Tales circunstancias hacen pensar en una íntima relación con los estrógenos y la progesterona, que serían los responsables de este acúmulo excesivo a nivel del tejido celular subcutáneo (grasa areolar) y del estrato graso más profundo (grasa amarilla)
Reconocer el lipedema
Las pistas para diferenciar el LIPEDEMA de la CELULITIS son:
Fases de la lipedema
Incremento del tejido graso en piernas y glúteos.
Aparición de acúmulos en la porción anterior de las rodillas.
Aumento del tejido graso en la cara interna de la rodilla.
Aumento del volumen en los tobillos.
¿Patología asociada?
Abordar el Lipedema, requiere exploraciones específicas para descartar problemas de mayor calado, que en caso de producirse, desaconsejan la intervención.
Le ecografía Doppler permite evaluar el grado de afectación venosa.
La prueba de Trendelemburg determina el funcionamiento de las válvulas en venas superficiales y profundas.
El signo de Stemmer mediante pellizco en el segundo dedo del pie, facilita la evaluación del edema.
Tratamiento quirúrgico
En los estadíos iniciales el LIPEDEMA puede ser objeto de un tratamiento conservador con restricción de sal, masajes linfáticos, presoterapia y medias de compresión. En las fases avanzadas sin embargo, solo el Lipoláser puede tratar con éxito un cuadro tan excesivo como complejo.
Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, que se realiza con una fibra óptica, fina y flexible.
Introducida bajo la piel, dirige la emisión láser, que derrite los adipocitos en la zona a tratar, preservando nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo.
El interés de la energía láser para el LIPEDEMA es que además de facilitar la extracción de la grasa, tiene la facultad de coagular los vasos sanguíneos al mismo tiempo, limitando la inflamación y los hematomas, en unas piernas que ya los presentan antes de someterse al tratamiento. La colagenogénesis inducida es otra valiosa garantía a la hora de asegurar la retracción del tejido tras la gran reducción de volumen que se precisa.
La técnica
Ventajas
Recuperación más rápida.
Mayor y mejor retracción cutánea.
Mayor precisión en zonas pequeñas de abordaje complejo como rodillas, tobillos o gemelos.
PVP: A partir de 3.200 € + IVA. Incluye preoperatorio, gastos de quirófano, anestesista, faja y tratamiento de presoterapia posterior.