La vista cansada, o dicho de manera más científica, la presbicia, es la pérdida de la capacidad para enfocar objetos cercanos. Se trata de un proceso natural del ojo debido al deterioro que sufre con la edad su lente natural, el cristalino, que se vuelve más rígido, por lo que pierde capacidad de enfoque.
Es, por tanto, una situación por la que la mayoría de la población pasa al superar los 40 o 45 años, mostrando una alta prevalencia. A pesar de esta afección casi masiva, lo cierto es que el 55% de las personas mayores de esta edad desconocen el concepto de “presbicia” y aseguran que se trata de “no ver bien de cerca”.
Estos son algunos de los datos extraídos del I Estudio sobre el conocimiento de la Presbicia en España 2019 elaborado por Clínica Baviera, por lo que, con el fin de aumentar el conocimiento en torno a esta situación, la compañía oftalmológica ha recogido una serie de pautas con las que pretende dar a conocer sus síntomas y posibles tratamientos.
En cuanto a los métodos de corrección de la presbicia, según explican los oftalmólogos de Clínica Baviera, al ser un problema generado por la edad y que no se puede prevenir, es importante tomar medidas en cuanto se sientan los síntomas para evitar la incomodidad que este defecto visual genera. La opción más habitual es la del uso de gafas, empleada por 9 de cada 10 personas con presbicia, aunque también existen técnicas quirúrgicas muy efectivas para tratarla.
El procedimiento quirúrgico más común es la sustitución del cristalino envejecido por una lente intraocular multifocal que hará su función y que permite que el paciente pueda enfocar a varias distancias (lejana, intermedia y cercana) sin depender constantemente de las gafas de cerca.
Así, ante las diferentes opciones disponibles, las personas con presbicia o vista cansada podrán mejorar su calidad de vida. Eso sí, lo más importante, es siempre visitar al especialista que realizará un exhaustivo estudio oftalmológico para determinar que posible solución es más adecuada.