Todo lo bueno dura poco y para muestra las vacaciones de verano, tan necesarias como respirar, pero demasiado cortas para la mayoría de los mortales. La vuelta a la vida laboral siempre es dura y va acompañada de esa morriña que nos arrastra durante días recordando aquellos maravillosos amaneceres sin despertador y las largas jornadas estivales en las que podías echarte la siesta y practicar el dolce far niente sin remordimientos. Una morriña que para muchos supone una auténtica tragedia, llegando incluso a causar lo que algunos psicólogos denominan como ‘síndrome’ o ‘depresión posvacacional’. Un proceso de adaptación que suele durar unos días, pero que puede prolongarse hasta varias semanas, en cuyo caso convendría consultar con un profesional.
Sus síntomas se manifiestan en forma de tristeza, cansancio, apatía, irritabilidad, malestar general, inapetencia, alteración del sueño, falta de adaptación y ansiedad, pero podemos mitigarlos e incluso evitarlos siguiendo los consejos de la sabiduría oriental, venerada por muchos desde hace más de 2.500 años por su demostrada capacidad para mejorar la salud física, mental y espiritual. Filosofía que se basa principalmente en la unidad de cuerpo y mente, en la búsqueda del equilibrio para encontrar el bienestar y la felicidad.
Y dentro de las múltiples enseñanzas de la sabiduría oriental está el mindfulness, que según el biólogo molecular y médico Jon Kabat-Zinn - creador del programa de ‘Reducción de Estrés basado en Mindfulness’ (MBSR), gran divulgador de esta doctrina y pionero en investigar sus efectos sobre el estrés, la ansiedad y otros trastornos de la salud - , es la capacidad de “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”, y cuyo fin es ayudarnos a encontrar el equilibrio y la paz física y mental a través de la consciencia plena. Una técnica que nos enseña a identificar nuestras emociones, ayudándonos a eliminar la posible frustración, ansiedad, estrés.
Lidia Hernández, gran conocedora de las terapias orientales, experta en medicina tradicional china y terapeuta de The Organic Spa (Lagasca, 90 – www.theorganicspamadrid.com), nos aclara que: “La mente nos domina y manipula y somos nosotros los que deberíamos aprender a dominarla a ella. Mediante el mindfulness, que no es más que enfocarte en el presente, llevar la mente al ahora, podemos aprender a controlarla. Una disciplina que, una vez aprendida, puede ser tremendamente profunda, adictiva y divertida, dependiendo del tiempo que le dediques. Se trata de algo tan fundamental como tu bienestar, tu salud. Todos deberíamos practicarlo”.
“La demanda de masajes y rituales durante la rentrée es increíble. Sorprendentemente vemos que muchos clientes vienen cansados, ‘contracturados’, con un bloqueo energético importante a pesar de haber estado precisamente de vacaciones. Desde que entran por la puerta le estamos dando señales a la mente subconsciente de que toca relajarse y disfrutar del momento, olvidando todo lo demás. El masaje terapéutico es una de las técnicas más eficaces en las que se puede practicar mindfulness. Además, está demostrado que durante el masaje se liberan endorfinas, responsables de la felicidad. Deberían estar prescritos como parte de una vida saludable. De hecho, en Tailandia es una forma de vida, hasta el punto de que el ‘Masaje Tradicional Tailandés’ es considerado Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO. Por algo será”.
“Vivimos anticipándonos constantemente al futuro, preocupándonos por lo que pueda pasar y arrastrando la losa del pasado. Eso es un ‘sinvivir’. Tenemos que aprender a relajarnos para ser más felices y por supuesto más sanos. Hay muchos trucos. Recapacitar durante tan solo unos minutos nos puede aportar muchas cosas. La meditación es uno de los secretos del bienestar”.
“Prueba a experimentar con algo tan involuntario como tu respiración, algo consciente. Haz respiraciones profundas, inspirando y expirando en serenidad. Llevarás más oxígeno a todas las partes de tu cuerpo y sin remedio tu mente y cuerpo no se podrán resistir a bajar las revoluciones, ayudándote a rendir más y mejor. Contradictorio, ¿verdad? ¡Pruébalo y verás!”.
“La fórmula perfecta es precisamente llevar la mente a los detalles más pequeños de nuestro quehacer diario (desde prestar atención al olor del champú mientras te duchas, por ejemplo, o a redescubrir tu ciudad como si fueses turista), para que no se vaya a modo automático y se entregue al pensamiento en bucle, a la ‘cháchara mental’”.
“Tenemos tan interiorizado creernos todo lo que nos cuentan que vamos en piloto automático. Por ejemplo, comemos como autómatas, sobre todo entre semana, porque es una necesidad orgánica, pero no nos fijamos si la comida está crujiente, sabrosa, salada, insípida…”. Reflexiones que invitan, sin duda, a replantearnos muchas cosas. ¿Empezamos?
12 ‘CONSEJOS DE VIDA’ PARA QUE LA VUELTA NO SEA TAN DURA: