Seguramente lo has pensado un poco antes de llegar a la conclusión de que lo mejor es vender tu coche antiguo y comprarte un modelo más reciente que te ofrezca mejores prestaciones. En primer lugar, es importante que analices si lo quieres vender por tu cuenta a un particular o llevarlo a un concesionario o a un dealer. La primera opción quizás sea más lenta y laboriosa pero también más beneficiosa, las otras dos opciones entre impuestos y comisiones quizás no obtengas el precio que esperas pero evitarás los contratiempos y papeleos que supone vender tu coche.
Si te has decidido por hacer tu mismo la labor de venta, debes empezar por revisar los siguientes aspectos de tu coche:
Un comprador interesado además de inspeccionar el vehículo por todo su exterior e interior querrá comprobar su desenvolvimiento y sonidos del motor en un recorrido de prueba, para lo que ha de contar con un seguro, recuerda que tienes la opción de contratar un seguro por días o por un tiempo determinado. Seguros de coche por días en Arpem
Tasar tu coche es tarea de un profesional cualificado, pero antes de que lleves tu coche a un tasador debes invertir un poco de tiempo en informarte de detalles importantes como por ejemplo:
Los documentos para la venta de tu coche han de ser originales y estar vigentes.
Hay una obligatoriedad de ofrecer garantías cuando vendes un coche de segunda mano a un particular, según la normativa durante los seis meses posteriores a la venta es obligatorio reparar las averías que surjan en el coche.
La garantía es un derecho del comprador y su función principalmente es evitar estafas y proteger de los vicios ocultos que pueda tener el coche.
Antes de firmar el contrato de compra venta debes leer detenidamente el contenido y constatar que todo lo acordado ha quedado registrado en el mismo.
Lo más recomendable es que los trámites y el papeleo de la compra venta lo haga una gestoría que te dará un mejor asesoramiento respecto al contrato y todos sus apartados incluyendo el de la garantía.
Es una frase que se escucha a menudo entre la gente mayor, esta afirmación suele apoyarse en que la chapa que traían los coches de antes era más gruesa que la que llevan los coches de modelos más recientes.
Considerar que los coches tienen que ser muy rígidos, indeformables y resistentes para soportar la presión de un impacto, sería multiplicar el riesgo para los pasajeros de sufrir lesiones graves como: traumatismo craneoencefálico, presión sobre el tórax, latigazo cervical, etc. Aún cuando estas lesiones fueran de intensidad leve se debe notificar al seguro, por las secuelas que puedan producir que afecten directamente tu vida cotidiana.
seguros-chttps://www.arpem.com/oche/articulos/indemnizacion-por-latigazo-cervical/
Si has sido el responsable del accidente y no tienes incluida en tu póliza la cobertura de seguro del conductor, no tienes derecho a recibir ninguna indemnización, es por eso que esta cobertura no debe faltar en tu póliza, para garantizar tu protección como conductor y también la de tu familia, en caso de incapacidad permanente o fallecimiento.