Con la ayuda de la farmacéutica Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermocosmética y nutrición, te contaremos cuáles son los errores más comunes que cometemos a la hora de cuidarnos la piel. ¡Toma nota!
No todos los cosméticos funcionan en todas las pieles. Conocer nuestra piel y sus necesidades es esencial para escoger los productos adecuados.
La falta de tiempo, la dejadez o la pereza son las causas principales de la falta de constancia en las rutinas faciales. No se trata de sumar productos, sino de escoger menos y que sean más eficaces en nuestro tipo de piel para ver los resultados a largo plazo. Hay que tener paciencia, tu piel te lo agradecerá.
Si algo está prohibido en cosmética es mezclar ciertos activos como el retinol y la vitamina C o los AHA y BHA. Aunque el retinol, el ácido glicólico o la niacinamida son activos fantásticos para la piel, quizás la tuya no los necesite. Las rutinas personalizadas son las más eficaces. Utiliza solo lo que necesite tu piel.
Toda rutina de belleza que se precie comienza con una buena higiene facial. De hecho, es el paso más importante. Hay que limpiar la cara a diario, mañana y noche, con productos adecuados y preferiblemente usando una toalla exclusivamente para ella.
Esto sucede muy a menudo. Las pieles grasas o mixtas y con tendencia al acné, consideran que su piel, al tener una producción excesiva de sebo, no necesitan tanta hidratación. Esto es un error porque precisamente conseguiremos el efecto contrario. La piel necesitará más hidratación y producirá más para solventar esa falta de agua. La clave está en elegir una crema hidratante adecuada para cada tipo de piel.
Más conocido como overbooking cosmético, la efectividad y los beneficios de los cosméticos no se multiplican si aplicamos más cantidad. De hecho, todo lo contrario, podemos saturar la piel y que aparezca acné cosmético.
Los extremos nunca son buenos. Hacer una exfoliación una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel, marcará un antes y un después en la salud general de la piel. Los poros se mantendrán limpios, además de favorecer la renovación celular.
Todos los expertos coincidimos en algo: hay que utilizar protección solar a diario, independientemente de la época estacional en la que nos encontremos. De hecho, la crema solar es el arma más poderosa contra el envejecimiento prematuro, la prevención de manchas y la salud de la piel. Recuerda utilizar una crema que proteja también de la luz azul de las pantallas.
En cosmética el orden de los factores sí altera el resultado. Los productos han de aplicarse en el orden correcto. ¿De qué sirve aplicarte una crema hidratante si no has limpiado la piel? Si haces una doble limpieza, primero el limpiador oleoso y después el acuoso. Después iría el tónico (si usas), el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y el maquillaje.
Estas zonas son las grandes olvidadas, lo que provoca que puedan envejecer antes que el rostro ya que la piel es más frágil y delgada. El cuello suele sufrir arrugas y flacidez y el escote, sobre todo, manchas por el sol.