Este informe corresponde a la primera fase de un estudio en profundidad, elaborado por la Dirección General de Planificación Estratégica del Ayuntamiento a lo largo de 18 meses, sobre esta teoría urbanística. La principal conclusión es que para nueve de cada diez habitantes (el 92,7 %), Madrid es ya la ciudad de los 15 minutos.
Según ha explicado Fuentes, “se ha utilizado una metodología que nos permite detectar exactamente las deficiencias para poder corregirlas desde el Área”. Se ha tomado como referencia la isócrona de 15 minutos, teniendo en cuenta las calles y el trazado real por el que se camina (y no una línea recta sobre el mapa) y la velocidad media de personas de distintas edades, corresponde a un recorrido de 1,2 km desde cada portal de la ciudad (154.800 portales residenciales).
Así, el delegado del Área de Desarrollo Urbano ha podido desgranar todo aquello a lo que la mayoría de la ciudadanía puede acceder en 15 minutos andando:
Estos porcentajes son algo inferiores en el caso de las bibliotecas municipales, pues la cifra de vecinos que tienen una a 15 minutos es del al 61,5 %; o en el caso de los centros deportivos municipales (57,6 %).
Como ha indicado Fuentes, las situaciones menos favorables, que no responden al parámetro de 15 minutos andando, obedecen a tres casos:
En términos de movilidad, el responsable municipal de urbanismo ha señalado que “la almendra central está perfectamente cubierta”, mientras que “las carencias se detectan en los barrios sin servicio de metro ni cercanías”, como Butarque, El Cañaveral, Rejas, la parte oriental de Barajas, Valdebebas, el Encinar de los Reyes, Fuentelarreina y Valdemarín-El Plantío.
También ha hecho referencia Fuentes a algunos enclaves, como el PAU de Carabanchel, Entrevías, Santa Eugenia, Valdebernardo o Aravaca, que dependen únicamente de una sola opción de movilidad, frecuentemente con un único acceso distante de las zonas periféricas del barrio, “y que sería necesario complementar con otras opciones”, según ha destacado.
Fuera de la M-30, las áreas más consolidadas (Puerta del Ángel, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Ciudad Lineal) y los centros históricos periféricos (Hortaleza, Villaverde Bajo y Vicálvaro) y otros enclaves como el barrio del Pilar o los Rosales tienen las características para funcionar como una ciudad en la que es posible hacer la mayor parte de desplazamientos cotidianos en 15 minutos.
Observa el estudio que las partes de la ciudad en las que existe una continuidad espacial entre los diferentes barrios obtienen mejor puntuación que los barrios aislados por infraestructuras de comunicación o grandes zonas verdes. Esto se debe a que los residentes de los bordes de un barrio pueden suplir sus carencias con los servicios de barrios contiguos.
Con estos datos sobre la mesa, el delegado del Área de Desarrollo Urbano se ha comprometido a que “los PAU tengan las mismas oportunidades que el resto de los barrios y se llenen de vida y actividad”, por lo que, a partir de este estudio realista, “se podrán planificar mejor los equipamientos dotacionales que faltan”. Así, Fuentes ha anunciado que abrirá un proceso participativo para que los vecinos de estas zonas digan cómo les gustaría que mejorara su barrio.
También ha apostado por la mezcla de usos, para evitar la zonificación y aumentar la oferta variada de servicios en todos los barrios, uno de los aspectos que incluyen las nuevas normas urbanísticas. /