Las contraseñas necesitan ahora nuevos requisitos para ser verdaderamente seguras: un número mínimo de 12 caracteres, el uso de letras mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales
Cada año, en el primer jueves del mes de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Contraseña, un escenario perfecto en el que Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), un proveedor especializado en ciberseguridad a nivel mundial, aprovecha para recordar la importancia de cuidar hasta el último detalle de una contraseña, ya que es una de las principales barreras contra los ciberdelincuentes.
Las contraseñas las utilizan miles de millones de usuarios en todo el mundo, y pese a su enorme importancia, todavía existe un sinfín de malas prácticas a la hora de gestionarlas y crearlas. En 2019, el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido reveló que 23 millones de personas en todo el mundo continúan utilizando contraseñas inseguras como "123456", hecho que evidencia que todavía son muchos los usuarios que no son conscientes de los peligros que esto supone.
Aunque este no es el único problema al que nos enfrentamos. Los incesantes avances tecnológicos no sólo llegan para beneficiar a los usuarios, sino que también ofrecen a los ciberdelincuentes nuevas herramientas para llevar a cabo sus ataques. Lo que hasta hace poco se consideraban contraseñas seguras, comienzan a quedarse anticuadas y generan nuevas vulnerabilidades.
La llegada de nuevas tarjetas gráficas con memoria virtual (VRAM), ha abierto la puerta a que estos dispositivos de hardware procesen datos a alta velocidad, los mismos que utiliza la minería de criptomonedas. Sin embargo, también pueden utilizarse en ciberataques por fuerza bruta para la obtención de contraseñas, donde los modelos nuevos llevan a cabo más de un millón de comprobaciones en apenas un segundo, tremendamente más rápidas que las comprobaciones logradas hasta ahora por los procesadores. Esto significa que, si por ejemplo, contamos con una contraseña con menos de 12 caracteres basada en exclusiva en el uso de letras y números, podría vulnerarse en apenas unos días.
De acuerdo con el último informe de Hive Systems, que comparte los tiempos aproximados en los que los ciberdelincuentes pueden "derribar" nuestras contraseñas, pasando desde un esfuerzo mínimo y unos tiempos prácticamente instantáneos para las contraseñas más inseguras, hasta los 438 trillones de años de las claves más robustas. Y es que en cuestión de tan sólo un año, se ha visto como estos mismos cifrados han recortado los tiempos de posible vulneración en hasta un 90%. Una cifra que, con la entrada de nuevos agentes como los servicios en la nube o la inteligencia artificial, podrían verse reducidos en los próximos años.
El objetivo y los motivos están claros, pero ¿qué debe tener una contraseña para ser segura y robusta? Check Point Software da las claves definitivas para conseguirla:
"Cada día, los ciberdelincuentes crean nuevos ataques destinados a robar las contraseñas de usuarios. Técnicas como el phishing han conseguido vulnerar miles de servicios robando credenciales" comparte Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal. "Este riesgo puede remediarse fácilmente estableciendo contraseñas seguras, haciendo mucho más difícil que los ciberdelincuentes logren adivinar estas combinaciones, garantizando el máximo nivel de seguridad para nuestros dispositivos".