“El sol posee un efecto secante que hace que los granos, aparentemente, desaparezcan y la piel, para defenderse de ese ataque, comienza a producir sebo, engrosándola y obstruyendo los poros. Cuando ese efecto del sol, que además de secante es antibacteriano, deja de actuar (es decir, cuando dejas la playa para irte a la ciudad) la piel empieza a responder liberando los poros que estaban obstruidos. Esa liberación hace que el sebo salga a la luz y se produce lo que conocemos como ‘brotes de acné después del verano’”, señalan las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto.
+ Limpia tu piel cada día antes y después de la playa o la piscina para eliminar los restos de cloro, sal del mar y de protección solar.
+ Es más que fundamental hidratar tu piel cada día siempre con cosmética hidratante adecuada. Lo ideal es usar cosmética no comedogénica, de texturas ligeras y aplicar FPS 50 a diario para evitar las pigmentaciones postinflamatorias.
+ Después de tus vacaciones, aplica serums o lociones diarias con BHA (betahidroxiácidos, como el ácido salicílico), AHA (alfahidroxiácidos, como el ácido glicólico) y los retinoides para favorecer la renovación de la capa córnea.
+ Si hay lesiones residuales pigmentadas cuando desaparecen los granitos, recomendamos cosméticos despigmentantes con ácido azelaico o niacinamida, que despigmentan y tienen función calmante.
Los tratamientos médicos que te ayudarán con los brotes de acné
+ Fármacos de aplicación tópica: Queratolíticos que impiden que se formen tapones de queratina en la salida del folículo; Antibióticos, para reducir la población de bacterias; Retinoides para regular la secrección glandular y Ácido Glicólico, que funciona como queratolítico y seboregulador con/sin ácido salicílico.
+ Vía Oral: antibióticos orales,tratamiento hormonal y/o retinoides orales.
+ Peelings: Se emplean diversas sustancias con propiedades queratolíticas antiinflamatorias y destinadas a controlar la población bacteriana. Los más habituales son los de alfa y beta hidroxiácidos (como el glicólico y el salicílico). En casos de cicatrices o marcas, se puede realizar un peeling de TCA (ácido tricloracético), con acción más profunda.
+ IPL (Luz pulsada intensa): se emplea como complemento a los tratamientos convencionales (fármacos y peelings) con el fin de reducir las lesiones inflamatorias y la población de bacterias en casos de acné moderado o leve.
+ Radiofrecuencia: las ondas electromagnéticas han demostrado una gran eficacia en la regulación del tamaño y la secrección de las glándulas sebáceas por lo que resulta un magnífico complemento a las terapias antiacné clásicas.