A menudo escuchamos frases como “ya no se hacen las cosas como antes” o “las cosas ya no están hechas para durar”, que han dado paso a términos como la obsolescencia programada, que establece una corta vida útil para nuestros bienes.
Por su parte, Kingston Technology Europe Co LLP, empresa de productos de memoria y soluciones tecnológicas, continúa enfatizando en su mensaje de “Upgrade rather than replace” con el que insta a los usuarios a darle una segunda vida a sus ordenadores mediante la actualización de sus componentes, permitiendo renovar y poner al día sus equipos de manera más económica.
Técnicamente, hablamos de obsolescencia cuando estimamos que un producto no puede seguir cumpliendo la función para la que fue creado; es decir, que ya sea por su estado o por sus cualidades, el uso de dicho elemento ya no es óptimo.
Sin embargo, todavía podemos encontrar una mayor división dentro de esta propia definición, siendo las más habituales dentro del mundo de la tecnología:
Para luchar contra esta realidad impuesta, Kingston insta a los usuarios para que actualicen los componentes específicos de ordenadores, tales como el procesador, la memoria RAM, la tarjeta gráfica o los sistemas de almacenamiento, en lugar de comprar un equipo completamente nuevo.
Y es que hoy en día la gran mayoría de equipos cuentan con un diseño modulares que permiten un fácil acceso y reemplazo de componentes clave, incluso en muchos ordenadores portátiles, ofreciendo estas renovaciones diferentes ventajas para los usuarios como:
“Desde Kingston creemos que la obsolescencia programada está por acabar, dando paso a una era en la que la longevidad y la sostenibilidad serán las palabras clave”, explica Jordi García, Iberia Team leader de Kingston. “Al optar por la actualización de sus ordenadores, los usuarios pueden decir adiós a la obsolescencia programada y darles una nueva vida a sus dispositivos, lo que beneficia tanto al planeta como a sus bolsillos”.