La llegada de un bebé es un momento de alegría y emoción para cualquier familia, pero también supone una serie de responsabilidades y ciertas precauciones en lo relativo a la salud y el bienestar del nuevo miembro de la familia. De ahí que conocer y aplicar primeros auxilios de forma correcta, en determinadas situaciones de emergencia, pueda resultar crucial para salvar la vida de un recién nacido.
Los bebés son seres híper vulnerables ante situaciones de riesgo como la asfixia, las intoxicaciones, la fiebre alta, las lesiones accidentales o las alergias e intolerancias, de ahí que, una intervención rápida y adecuada por parte de sus cuidadores, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, un hecho anecdótico o complicaciones futuras.
Según datos de la Asociación Nacional de Pediatría, el 80% de las emergencias pediátricas ocurren en el hogar, lo que apoya la necesidad de que las familias estén preparadas para actuar de inmediato. Nutribén, como especialista en alimentación infantil y fiel compañero en estos primeros años de vida, te da las claves para llevar a cabo los primeros auxilios del recién nacido de la mano de la matrona Carla Quintana @matronaparami.
Preparar un buen botiquín es el primer paso para atender las emergencias que puedan surgir en el día a día. Debe estar compuesto de:
Este tipo de accidentes suele ser una de las consultas más comunes en las urgencias de pediatría. La caída desde cambiadores, la cama, o el sofá resulta más habitual de los deseado, si se produce desde más de un metro de altura se considera de alto riesgo. Ante cualquier caída de un menor de 3 meses, es importante prestar atención a los siguientes signos:
La fiebre alta siempre es un motivo de consulta y alerta por parte de los cuidadores, pero es importante saber que las convulsiones febriles no se producen por tener una temperatura corporal muy elevada, sino por las subidas y bajadas repentinas.
Se suelen dar entre los 6 meses y los 5 años, no tienen una duración de más de 5 minutos, y no tienen secuelas, pero sí son un motivo de alarma. Para mantenerlas bajo control y evitar lesiones durante la misma, es fundamental saber cómo actuar ante estos episodios:
Ante el inicio de la alimentación complementaria, el atragantamiento suele ser uno de los grandes miedos de los padres. Independientemente del método de alimentación que se siga, es importante saber que las arcadas y la tos, aunque asusten, son un mecanismo de defensa en el que no se debe intervenir, ya que el cuerpo está ayudando a gestionar el alimento. Si por el contrario el bebé deja de toser, no hay sonido, no llora con ruido y adquiere un tono azulado, se produce un atragantamiento, para el que debemos actuar de la siguiente manera, para menores de 1 año:
Esta secuencia se puede repetir tantas veces como haga falta. Además, es igual o más importante conocer lo que no debemos hacer, ya que actuaciones como dar pequeños golpes en la espalda, poner al bebé boca abajo o introducir la mano en la boca se han popularizado, pero no solo no ayudan, sino que pueden ser contraproducentes.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) en niños es un procedimiento vital que varía significativamente respecto a la de los adultos, dado que las causas de paro suelen ser respiratorias en los primeros años de vida y cardiacas según avanza la edad. Ante una emergencia, se debe:
Es crucial mantener este procedimiento hasta que lleguen los servicios de emergencia o el niño muestre signos de recuperación. Aunque puede haber temores de causar lesiones, como fracturas costales, es prioritario salvar la vida del niño y cualquier daño posterior podrá ser tratado
El mundo de las alergias es muy amplio e inevitable ya que surgen por contacto. Las más comunes suelen ser las alimentarias, a la leche de vaca, las ambientales o a medicamentos. Aunque en muchos casos las reacciones son leves, algunas pueden poner en riesgo la vida del bebé, lo que hace fundamental saber identificar los síntomas y tomar las medidas adecuadas. Un enfoque proactivo del cuidador reduce las probabilidades de reacciones severas y garantiza la seguridad de los más pequeños.
Alergias más comunes: