En el siglo XXI la información nos bombardea sin parar y aceptando que el tiempo es finito, mejorar la capacidad de leer más rápido y con mayor eficacia es una habilidad imprescindible. Ya sea para estudiantes que buscan optimizar sus estudios, para profesionales que necesitan procesar grandes volúmenes de información, o para usuarios de las nuevas tecnologías y soportes sociales, aprender a leer de forma eficiente puede marcar una gran diferencia. La Escuela de Superaprendizaje, la plataforma educativa internacional para potenciar la inteligencia verbal y el resto de Soft Skills, bajo la dirección de Rubén Correa, comparten algunas claves y estrategias que permiten a cualquier persona entrenar su mente para procesar textos más rápido y con una mayor retención de la información. Escuela de Superaprendizaje
1. Establece un propósito:
Antes de abordar un texto y comenzar a leer, pregúntate qué es lo que quieres obtener de la lectura. ¿Buscas información específica? ¿Un resumen general? Definir tu propósito te ayudará a concentrarte en las partes más importantes del contenido y a leer de manera más selectiva y eficiente.
2. Lectura trans:
Haz una previsualización antes de profundizar en el contenido. Lee rápidamente los títulos, subtítulos, primeras líneas de párrafos y cualquier información destacada. Esta técnica, conocida como skimming, te proporciona una visión general que te permite identificar las partes más relevantes para tu objetivo.
3. Grupos de palabras:
En lugar de leer palabra por palabra, intenta captar grupos de palabras a la vez. Nuestros ojos son capaces de procesar varias palabras en una sola mirada, lo que reduce el tiempo necesario para leer cada línea. Empieza practicando con dos o tres palabras y luego aumenta la cantidad hasta donde llegues.
4. No hables:
La subvocalización, o el hábito de "leer en voz baja" en tu mente, es una de las principales razones por las que las personas leen despacio. Aunque es natural, puedes entrenar a tu cerebro para procesar las palabras sin necesidad de escucharlas. Trata de concentrarte solo en el significado y no hables.
5. Marcador:
Usa un lápiz, una regla o mejor algún software o aplicación para guiar tus ojos a lo largo del texto. Esta técnica sencilla te ayuda a mantener un ritmo constante y reduce la posibilidad de retroceder en la lectura, lo que suele ralentizarte. También te ayudará a mantener la concentración, especialmente en textos largos.
6. No mires atrás:
Regresar y releer es un hábito común que ralentiza la lectura. La clave está en confiar en tu capacidad de comprensión y no obsesionarte con captar cada pequeño detalle a la primera. Si es necesario, puedes hacer una segunda lectura para aclarar puntos importantes, pero trata de mantener el flujo continuo durante la primera pasada.
7. Claves:
Focalizar la atención en palabras clave y términos importantes, en lugar de leer palabra por palabra, permite una comprensión más rápida del texto sin sacrificar el significado. Este enfoque se entrena a través de ejercicios interactivos en la plataforma.
8. Mejorar la concentración:
La clave para leer más rápido es mantener un alto nivel de concentración durante el proceso.
9. Practicar la lectura activa:
La lectura activa implica cuestionar, predecir y evaluar el texto a medida que se avanza, lo cual refuerza la comprensión y reduce la necesidad de releer.