A raíz de los numerosos incumplimientos detectados en materia de seguridad y normativa de ruido, la agrupación de vecinos ha presentado un recurso formal contra la celebración de la fiesta de Fin de Año. Este recurso pone de manifiesto las graves deficiencias en los planes de seguridad del evento y el impacto sonoro desmedido que vulnera los límites establecidos en la normativa municipal. Los vecinos han señalado directamente al Ayuntamiento como responsable de cualquier incidente que pueda derivarse de este evento.
“Si ocurre algún problema, no será por falta de advertencias. El Ayuntamiento está ignorando deliberadamente los riesgos y la legislación, dejando a los residentes completamente desprotegidos”, enfatiza una portavoz vecinal.
Desde la apertura del recinto ferial, los residentes han denunciado múltiples problemas que afectan directamente su calidad de vida: ruido extremo hasta altas horas de la madrugada, altercados en las inmediaciones y actos vandálicos que han perjudicado viviendas y comercios locales. La fiesta programada para el 1 de enero de 01:00 a 07:00 es vista como una nueva amenaza, ya que se permitirá el acceso a partir de los 16 años y se prevé la venta de bebidas alcohólicas.
“Esto no es solo un problema de ruido; es una cuestión de seguridad y convivencia. Nos preocupa que menores puedan acceder al evento y se venda alcohol sin los controles adecuados”, señala una portavoz vecinal.
En un movimiento sin precedentes, los vecinos han declarado que, si el Ayuntamiento no actúa para garantizar el cumplimiento de la ley, serán ellos mismos quienes supervisen la situación. "Nos posicionaremos en la entrada del recinto para comprobar que se piden los DNI a los asistentes, y también en el interior, para asegurarnos de que se respete la normativa en la venta de alcohol", afirman los organizadores de la movilización vecinal.
Además, han indicado que documentarán con pruebas cualquier irregularidad y que están preparados para emprender nuevas acciones legales si se vulneran los derechos de la comunidad durante la celebración del evento.
Desde hace semanas, los afectados exigen la reubicación del recinto ferial a una zona más alejada de las viviendas, mayores controles de ruido y seguridad durante los eventos, y un diálogo real con las autoridades para encontrar soluciones. Sin embargo, las respuestas del Ayuntamiento han sido insuficientes o inexistentes, lo que ha llevado a los vecinos a tomar medidas directas.
“Queremos soluciones reales, no promesas vacías. No estamos en contra del ocio, pero este debe organizarse de manera que no sacrifique el bienestar de los residentes ni la estabilidad de los comercios locales”, señala uno de los líderes vecinales.
La concentración pacífica realizada el pasado 17 de diciembre frente al Centro Comercial Zielo fue un claro reflejo de la fuerza de esta comunidad. Con cientos de asistentes y la recogida de firmas de apoyo, el evento logró captar la atención de los medios locales y reforzar la visibilidad de sus demandas.
"Esta no será nuestra última acción. Si el Ayuntamiento sigue ignorando nuestras peticiones, seguiremos luchando con más fuerza y determinación", concluyen los vecinos.
En caso de que la fiesta de Fin de Año se lleve a cabo, los vecinos de Aravaca y Pozuelo han reafirmado su intención de estar presentes para garantizar el cumplimiento de todas y cada una de las normativas vigentes. Este compromiso tiene como objetivo preservar la seguridad, minimizar el impacto sobre la comunidad y exigir a las autoridades municipales la rendición de cuentas.
"Con la fecha de la fiesta de Fin de Año cada vez más cerca, la pregunta sigue en el aire:¿Escuchará el Ayuntamiento las voces de los vecinos o continuará priorizando el entretenimiento sobre la convivencia?", explican des Movimiento Vecinal afectados Recinto Ferial Pozuelo.