Vivienda

Las 4 grandes tendencias en real estate sostenible que definirán el 2025

P.L.C. | Lunes 27 de enero de 2025
La gestión responsable de materiales de construcción sostenibles podría reducir hasta un 40 % de las emisiones del sector hacia 2060.

El auge de las edificaciones net zero y el diseño de oficinas flexibles y biofílicas serán claves para el desarrollo sostenible del sector inmobiliario.



En los últimos años, la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental del sector real estate, marcando un antes y un después en la forma de diseñar y gestionar los proyectos de ingeniería y construcción. Responsable del 37% de las emisiones globales de CO2, el sector inmobiliario se enfrenta al desafío de adaptarse a nuevos estándares para mitigar su impacto ambiental. En este contexto, Arup, firma global de desarrollo sostenible, presenta las cuatro tendencias que definirán el sector del real estate en 2025:

1. Protagonismo de las edificaciones net zero

Las edificaciones Net Zero, diseñadas para tener un balance energético neutro o positivo a través de la producción de energías renovables, se han convertido en un pilar central de los esfuerzos por combatir el cambio climático.

En 2024, la Comisión Europea dio luz verde a la Directiva de Eficiencia Energética (EPBD), la cual establece que todos los edificios nuevos deberán cumplir con el estándar Net Zero para 2030, mientras que el parque inmobiliario existente deberá adaptarse a este objetivo para 2050. Ante este panorama, se prevé que los promotores inmobiliarios redoblen esfuerzos e inversiones para alinearse con este modelo de construcción sostenible.

En este sentido, el mayor avance será la obligatoriedad de realizar un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para fomentar el empleo de materiales de construcción con menor carbono embebido.

2. Diseño de oficinas flexibles y biofílicas

La pandemia aceleró por completo la transformación de los entornos laborales, impulsando el desarrollo de oficinas más flexibles y enfocadas en el confort y bienestar de los empleados. Por eso, en 2025, el desarrollo de espacios de trabajo inclusivos y biofílicos seguirán marcando tendencia, potenciando elementos naturales como vegetación, luz natural y materiales orgánicos.

Este tipo de diseño no solo mejora la calidad del aire y reduce el estrés, sino que también incrementa la productividad de los trabajadores y reduce el ausentismo. Estas oficinas están integradas con tecnologías inteligentes sensorizadas para optimizar el consumo de energía y agua, contribuyendo a la sostenibilidad.

Asimismo, la incorporación de superficies vegetales en entornos urbanos, como techos verdes y fachadas vegetales, ayudan a mitigar el efecto isla de calor, mejoran la gestión del agua de lluvia y reducen la demanda de energía para refrigeración.

3. Uso responsable de materiales de construcción

En 2025, la sostenibilidad en la construcción no solo se medirá por el rendimiento energético de los edificios, sino también por el impacto ambiental de los materiales utilizados. De esta forma, la elección de materiales sostenibles jugará un papel crucial en los próximos años.

Entre los materiales destacados figuran las lanas minerales, un tipo de aislantes térmico que tiene la capacidad de mejorar la eficiencia energética y reducir el carbono operacional de los edificios en un 65 %. Esto se debe a que disminuyen significativamente la demanda térmica, lo que reduce el consumo de energía durante el ciclo de vida de la edificación, contribuyendo así de manera directa a la descarbonización del sector.

En esta misma línea, la utilización de materiales bio-basados, como la madera, el bambú y otros productos derivados de biomasa, se presenta como una solución efectiva para reducir las emisiones de carbono incorporado.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), si los materiales constructivos se gestionan de manera sostenible, podrían contribuir a reducir hasta un 40 % de las emisiones del sector hacia 2060.

4. Mayor interés en certificaciones ambientales

Las certificaciones ambientales como LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), BREEAM (Método de Evaluación Ambiental del Establecimiento de Investigaciones de Edificios) y WELL del International WELL Building Institute (IWBI) se han convertido en estándares clave para los proyectos inmobiliarios sostenibles y están cobrando cada vez más importancia para destacar en un mercado competitivo.

Estas acreditaciones evalúan aspectos como la eficiencia energética, la gestión del agua y el uso responsable de materiales. Obtener estas certificaciones no solo genera ahorros tangibles en costes de energía y agua, sino que también mejora la atracción de inversores y financiación.

"El futuro del sector inmobiliario radica en su capacidad para integrar la sostenibilidad de manera integral, abordando el ciclo de vida completo de los edificios. Desde las edificaciones net zero hasta el uso de materiales sostenibles y el diseño biofílico, estas tendencias reflejan el camino hacia un modelo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Para consolidar este cambio, es crucial contar con equipos interdisciplinarios que combinen innovación, tecnología y compromiso", señala Juan Cortés, responsable de Cambio Climático y Sostenibilidad de Arup en España.

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