El Hospital Universitario 12 de Octubre en Madrid, en colaboración con la ONCE, está investigando un tratamiento innovador para la pérdida de visión causada por neuropatías ópticas, específicamente la atrofia óptica dominante. Este enfoque utiliza nanopartículas llamadas exosomas, que transportan fármacos antioxidantes para combatir el estrés oxidativo, un factor clave en la degeneración de las células ganglionares de la retina. La investigación busca crear un modelo celular a partir de células madre inducidas (iPS) para evaluar el efecto terapéutico de estos exosomas en la salud visual.
El Hospital Universitario 12 de Octubre, ubicado en la Comunidad de Madrid, se ha embarcado en una iniciativa pionera para abordar la pérdida de visión en pacientes que sufren de atrofia óptica dominante, un tipo de neuropatía óptica. Este esfuerzo se realiza en colaboración con la ONCE y se centra en el uso de nanopartículas conocidas como exosomas, que actúan como vehículos para transportar fármacos. Investigaciones recientes han vinculado estas condiciones con un incremento de radicales libres de oxígeno, los cuales pueden causar daño a las células ganglionares de la retina.
Los exosomas, que están cargados con antioxidantes, podrían jugar un papel crucial al proteger estas células del deterioro y restaurar su funcionalidad. La doctora Esther Gallardo, quien lidera el Grupo de Investigación Traslacional con Células iPS del Instituto de Investigación del hospital, ha señalado que aunque actualmente no existe un tratamiento efectivo para esta patología, hay creciente evidencia sobre el impacto del estrés oxidativo en la pérdida celular.
La atrofia óptica dominante es una afección grave que puede conducir a la ceguera debido a la degeneración específica de las células ganglionares. Estas células son esenciales para transmitir información visual al cerebro, convirtiéndose así en fundamentales para nuestra percepción visual. Los exosomas son vesículas diminutas que contienen proteínas y material genético, y su tamaño nanoescala los convierte en herramientas prometedoras para la administración selectiva y eficaz de medicamentos.
La doctora Gallardo ha destacado que estudios recientes indican que los exosomas derivados de células madre tienen potencial para mitigar daños provocados por el estrés oxidativo, lo que los posiciona como agentes antioxidantes efectivos. El proyecto busca crear un modelo in vitro utilizando células ganglionares derivadas de células madre pluripotentes inducidas (iPS) obtenidas de pacientes con esta neuropatía.
A partir de biopsias cutáneas o muestras sanguíneas, se generarán células iPS que imitan el comportamiento de las células madre embrionarias. Posteriormente, se añadirán exosomas a estas células ganglionares para investigar su efecto terapéutico potencial. Esto incluirá tanto exosomas con carga antioxidante como aquellos utilizados para transportar antioxidantes naturales y otros compuestos beneficiosos.
Este enfoque innovador podría abrir nuevas vías en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la visión, ofreciendo esperanza a quienes padecen esta grave condición ocular.