Verónica Fernández, directora del Centro de Virtudes y Valores de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), destaca la importancia de la transformación del docente como clave para una educación auténtica en virtudes y valores. Reconocida con el Ambassador of Character Education Award por su labor en educación del carácter, Fernández aboga por un enfoque que priorice la formación integral del educador, resaltando que los docentes deben encarnar las virtudes que enseñan. En un contexto educativo desafiante, enfatiza la necesidad de revalorizar al maestro como modelo moral y formativo. Además, el CEV impulsa proyectos innovadores como 'Cibersabiduría', que promueven un uso responsable de la tecnología entre los jóvenes. La misión es formar individuos críticos y responsables en un mundo digitalizado. Para más información, visita el enlace a la noticia.
La directora del Centro de Virtudes y Valores de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), Verónica Fernández, ha sido recientemente galardonada con el Ambassador of Character Education Award por el Jubilee Centre for Character and Virtues de la Universidad de Birmingham. En una reflexión profunda sobre la educación en virtudes y valores, Fernández enfatiza el papel crucial del docente y los retos que enfrenta la enseñanza en la era digital.
En enero pasado, Verónica Fernández recibió el prestigioso Ambassador of Character Education Award durante un congreso celebrado en Oriel College, parte de la Universidad de Oxford.
Este premio, otorgado por el Jubilee Centre for Character and Virtues, reúne a educadores e investigadores de todo el mundo para compartir avances y desafíos en la educación del carácter. Para Fernández, recibir este galardón fue una sorpresa: “No me lo esperaba”, comenta, añadiendo que este reconocimiento “confirma de algún modo el camino que venimos recorriendo, aunque aún queda mucho por hacer”.
Dicho galardón ha servido como un impulso para continuar con su labor en la UFV, donde se busca promover el desarrollo humano a través de las virtudes y valores.
Bajo el lema “Formar para transformar”, la Universidad Francisco de Vitoria ha dado un giro en su enfoque dentro del Centro de Virtudes y Valores, sosteniendo que “Primero debemos transformarnos para luego poder formar”.
A través de un estudio publicado en el Journal of Beliefs & Values, Fernández destaca que “un docente debe buscar encarnar las virtudes en su propia vida, no solo enseñarlas, sino vivirlas con autenticidad.” Esta vivencia genuina es fundamental para transmitir valores efectivamente a sus alumnos; sin ella, la enseñanza puede resultar superficial.
Añade que, especialmente en una universidad católica, es esencial atender a la dimensión personal y espiritual del educador. “Sin esa experiencia, enseñar valores puede convertirse en un mero formalismo”, advierte.
Fernández también aborda la situación actual de los profesionales educativos. En uno de sus artículos publicados en el Journal of Moral Education, argumenta que es fundamental recuperar al maestro como modelo a seguir tanto moral como formativamente: “Estamos en un momento importante para revalorizar y reposicionar al docente en nuestra sociedad”.
El Centro de Virtudes y Valores, parte de la Facultad de Educación y Psicología de la UFV, nace gracias a la investigación doctoral realizada por la Dra. Fernández y su colaboración con el Dr. James Arthur, exdirector del Jubilee Centre.
"La mayoría de los recursos sobre educación del carácter estaban disponibles solo en inglés y dirigidos al mundo anglosajón. Por eso decidimos fundar un centro con un marco propio, aunque inspirado en el modelo del Jubilee Centre", explica Fernández. Este centro ofrece programas formativos accesibles en español para España y Latinoamérica.
Cuentan con un equipo multidisciplinario compuesto por expertos en diversas áreas como filosofía, teología, psicología y pedagogía, lo que permite al CEV impulsar proyectos enfocados en la formación integral del individuo. Además, tienen delegados en América Latina para adaptar contenidos a diferentes realidades culturales.
Uno de los proyectos más destacados es ‘Cibersabiduría’, inspirado por un programa del Jubilee Centre que busca fomentar un uso reflexivo de la tecnología entre los jóvenes.
"No se trata de que los jóvenes eviten usar inteligencia artificial o redes sociales, sino más bien desarrollar criterios y sabiduría práctica para utilizarlas adecuadamente", señala Fernández.
Dicho proyecto se implementa principalmente en institutos y colegios donde profesores capacitados ayudan a adolescentes a establecer relaciones prudentes con las herramientas digitales.
"No podemos pedir a los jóvenes que vivan algo que nosotros mismos no practicamos", enfatiza Fernández. Muchos docentes reconocen la necesidad urgente de mejorar su propia relación con las tecnologías antes de guiar a sus alumnos coherentemente.
A pesar del progreso logrado en educación del carácter, Fernández identifica obstáculos significativos. Uno primordial es la falta de comunicación entre padres y educadores: "Aunque ambos desean una educación basada en virtudes, frecuentemente perciben prioridades distintas". Los padres creen que las escuelas priorizan el rendimiento académico mientras que los docentes sienten que las familias valoran más los resultados sobre la formación ética.
También menciona el ritmo acelerado dentro de las instituciones educativas: "Tenemos niños hiperactivos pero también instituciones hiperactivas". La sobrecarga administrativa dificulta encontrar tiempo suficiente para educar adecuadamente.
A través de una investigación publicada en Cogent Social Sciences, se resalta cómo la transformación personal y liderazgo del docente son esenciales para lograr un impacto real mediante la educación en virtudes.
"El desafío no radica únicamente en transmitir conocimientos; debemos formar jóvenes capaces de discernir y actuar responsablemente por el bien común", concluye Fernández.
Los programas del Centro en Virtudes y Valores de la UFV buscan precisamente responder a esta necesidad integrando desarrollo tecnológico con reflexión ética.
"Si aspiramos a una sociedad más humana, debemos formar personas con carácter capaces de pensar críticamente y actuar coherentemente", finaliza Fernándeza.