En este sentido, el plan presta atención especial a la coordinación entre Administraciones, recursos de atención y profesionales, y a la mejora y adecuación de la red de recursos a las necesidades de estas personas, ya tanto los municipios como las entidades sociales especializadas tienen un papel fundamental en la prevención, el tratamiento y la atención de estas personas. El objetivo es lograr un modelo más personalizado, que fomente la autonomía y las capacidades de las personas sin hogar como palanca para su reinserción e inclusión en la sociedad.
Viviendas para una vida autónoma
La Comunidad aportará en los próximos años un número progresivo de viviendas, a través de la Agencia de Vivienda Social, para que estas personas puedan tener una base sobre la que desarrollar una vida autónoma.
Esta iniciativa, que se iniciará con 15 viviendas como programa piloto, se basa en el modelo de ‘Housing Led’ y ‘Housing First’ que se desarrolla en otros países y comunidades. El plan se centrará también en la protección de las personas sin hogar ante los problemas de salud, derivados de la alimentación deficiente, la dificultad de mantener hábitos de higiene, la exposición a la intemperie o la falta de expectativas.