Este coro nace en una escuela/orfanato de Entebbe, Uganda, de 207 niños; niños a los que les gusta cantar, bailar, jugar al fútbol, reír... Niños que se diferencian de otros niños solo por su contexto histórico y geográfico, distintos solo por las circunstancias.
Los padres del hogar son Richard y Mama Debora, que adoran la música y están convencidos de que sana el alma, y que las heridas emocionales del abandono, de los abusos, de la explotación o la violencia, "son menos si se deja al corazón cantar".
El coro además tiene la peculiaridad de que Joy, una de las niñas, compone todas las canciones desde que tenía menos de 7 años, y que además, todos ellos, se han animado sin miedo y con entusiasmo a cantar en idiomas para hacer de altavoz de diferentes temáticas sociales.
Todos estos niños o son huérfanos o vienen de situaciones de extrema pobreza, abusos o marginación, y por desgracia aún no tenemos las ayudas necesarias como para poder cubrir todas sus necesidades. ¿Te animas a hermanar un niño? Cambiarás su vida, y le ayudarás a sacar el profesional que lleva dentro.