El sacerdote cristiano Valentino, que era muy popular, no acató la orden del emperador y siguió casando a las parejas en secreto (de ahí el ser considerado patrón de los enamorados). Fue detenido y encarcelado.
Durante su estancia en prisión hizo el milagro de devolver la vista a Julia, la hija de su carcelero. Pero no pudo hacer el milagro de librarse de la muerte... Claudio II lo mandó martirizar y ejecutar el día 14 de febrero del 270.
El papa Gelasio I lo hizo santo en 496. Algunos creen que la elección de la fecha se debió a una cristianización de una fiesta pagana, que se celebraba por estas fechas, dedicada a Eros, a quienes muchos han pasado a denominar Cupido.