"Es un control rutinario de embarcaciones. Se hace todos los veranos en Baleares. No afecta a los usuarios de las embarcaciones", confirmaron estas fuentes. Estas comprobaciones se realizan "en relación con el impuesto de matriculaciones de las empresas" dedicadas al alquiler de embarcaciones, añadieron las mismas fuentes.
La revista Hola informó del suceso mostrando imágenes en los que se pueden ver a agentes aduaneros acercarse al yate y subir a bordo, aunque en ningún momento se ve al jugador junto a los aduaneros.
"Ronaldo mantuvo la calma y en ningún momento se levantó para hablar con los agentes e interesarse por lo que estaba ocurriendo. Él estuvo con su novia, Georgina, y su madre, Dolores Aveiro, con quién se le vio charlando en el interior del yate", afirmó Hola.
Cristiano Ronaldo sigue de vacaciones en Formentera antes de volver a Pozuelo de Alarcón, donde el próximo día 31 deberá comparecer ante el juzgado de la localidad, que lo investiga por un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros relacionado con sus derechos de imagen.