A comienzos del siglo XX, los primeros pilotos siempre llevaban consigo relojes extremadamente precisos en las cabinas de sus aviones de doble cubierta para ayudarles a determinar su posición y la cantidad de combustible necesaria. Durante su expansión en los años 30 y los años de guerra posteriores, las Fuerzas Aéreas alemanas tuvieron la creciente necesidad de contar con relojes de observación para sus pilotos. Wempe, que gracias a sus cronómetros de barco poseía la experiencia en la construcción de relojes extremadamente precisos, fue una de las compañías encargadas de producir relojes de aviador con especificaciones precisas.
Estos requerimientos incluían la tipografía de números luminosos sobre la esfera negra, marcas de línea y una caja de 55 mm de diámetro. El segundero central tenía que alojar un contrapeso y podía detenerse para que pudiera ser ajustado con precisión de acuerdo con la señal horaria. Otra característica importante era la corona de fácil agarre, que podía ser ajustada incluso si los pilotos llevaban guantes.
Los relojes de aviador que forman parte de la colección Zeitmeister desde 2010 están inspirados en la historia de Wempe. Su esfera oscura, la tipografía funcional y el índice triangular a las 12 horas, convierten a estos modelos en fácilmente reconocibles como relojes de aviador. Todos ellos están equipados con movimientos automáticos suizos con un mecanismo de ajuste fino especialmente diseñado por Wempe. El fondo atornillado exhibe un grabado en relieve del observatorio de Glashütte, lugar donde los relojes superan numerosas pruebas de cronometría.
Características técnicas: