Estábamos deseando que se terminara, como si al sonar la última campanada se fueran con ella los demonios que nos han invadido estos meses. Sin embargo, aunque abrimos paso a un nuevo año con una pizca de esperanza, entreabrimos la puerta para mirar de reojo y con desconfianza lo que se avecina.
Porque no las tenemos todas con nosotros y parece que aquella vida, pre- Covid 19, está muy lejos. Queda preguntarse, ¿y si no vuelve? Y si esto es un cambio definitivo y tenemos que estar permanentemente preparados para posibles desastres y cambios en nuestro pequeño mundo.
Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos, nos facilita las herramientas para enfrentarnos a los cambios y ser más resilientes.
Según Laura, “es posible que después de la situación de pandemia que estamos viviendo, se incorporen a nuestra vida nuevos hábitos, pero esto no tiene por qué ser malo. Lo que sí debemos contemplar es que nada permanece para siempre, y antes o después pasará”. Un buen trabajo es echar la vista atrás y sacar los puntos positivos y las lecciones aprendidas de todo lo vivido.
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Mantén tu espacio de ocio y hobbies, en la medida de lo posible. El respiro de esos espacios, de desarrollo personal, es fundamental en situaciones de mucha ansiedad como la que estamos viviendo, debido a la incertidumbre”.
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“Es positivo plantear objetivos, a corto y medio plazo, sobre asuntos que te generen mucha satisfacción e ilusión. No tienen que ser grandes cosas, un cambio de decoración de la casa, ir planificando el próximo viaje para cuando sea posible, una excursión para dentro de unos días, etc”.
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“Cuida tus relaciones sociales, con las medidas de seguridad adecuadas, pero no te aísles”.
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“Mantén los horarios, cuida la alimentación y conserva el hábito de hacer deporte de manera regular.”
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“Realiza actividades que te conecten con el cuerpo y los sentidos, a modo de pequeños ejercicios de meditación. Existen actividades que, si realizas de forma consciente, se asemejan mucho a estados meditativos, por ejemplo: bailar, pasear, escuchar música, incluso cocinar o hacer punto. Todo es cuestión de probar.”
Lo importante es que el ser humano tiene una enorme capacidad de adaptación. No obstante, para facilitar esa transición necesita dar sentido y obtener aprendizajes de lo vivido. En las circunstancias actuales, estamos aprendiendo buenas lecciones: desarrollo de la empatía con los demás, la búsqueda del equilibrio entre todos, como sociedad y el valor de la tolerancia y la paciencia.