Los investigadores del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Alimentación han demostrado, tras evaluar a 11.000 españoles mayores de edad durante aproximadamente 10 años, que una dieta con una alta proporción de estos productos de alta calidad nutricional -cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos o legumbres- y con una menor ingesta de bebidas azucaradas o bollería y alimentos origen animal se asocia con un riesgo de mortalidad un 14% menor y hasta 37% de que sea por una causa cardiovascular.
Este trabajo, encabezado por la epidemióloga Mercedes Sotos-Prieto, ha sido pionero en el método de análisis ya que han utilizado dos índices novedosos que miden de manera gradual la utilización de estos comestibles y el consumo de la calidad de origen vegetal. Además, favorece la sostenibilidad ya que ahonda en la alimentación de precisión.