Después de la inauguración de la jornada titulada 'Soledad no deseada: el desafío que nos conecta', organizada por Cruz Roja, Dávila realizó estas afirmaciones. Durante el evento, la consejera subrayó que "lo sucedido en Pozuelo está absolutamente oculto" y expresó su desaprobación hacia la ausencia de explicaciones por parte del Gobierno central. Esto contrasta con la transparencia demostrada por la Consejería de Familia ante el incidente de intoxicación en los centros infantiles de Torrelodones.
Entre el 4 y el 10 de noviembre, se reportaron dos brotes de gastroenteritis aguda (GEA) de origen alimentario por parte de la Dirección de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. Según el Boletín Epidemiológico Semanal emitido por la Dirección General de Salud Pública, un total de 177 personas se vieron afectadas entre las 808 expuestas.
Recientemente, se han reportado casos de intoxicación alimentaria en las localidades de Torrelodones y Pozuelo. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos y diarrea, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a investigar la situación.
Los expertos advierten que es fundamental prestar atención a la higiene en la preparación de alimentos para evitar este tipo de incidentes. “La prevención es clave”, afirma un portavoz del departamento de salud local.
El Centro de Recepción, Atención y Derivación de Refugiados (CREADE), ubicado en Pozuelo de Alarcón, fue el lugar donde se detectó el primer brote, afectando a un total de 142 personas de las 600 que estuvieron expuestas, lo que representa una tasa de ataque del 23%. De acuerdo con el informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública, bajo la dirección de Elena Andradas, el brote se originó debido a "deficiencias significativas en la manipulación de los alimentos" proporcionados por el servicio de catering del centro. Además, la Comunidad de Madrid ha indicado que no ha recibido información detallada sobre este incidente por parte del Gobierno central.
El segundo brote impactó a la residencia infantil Nuestra Señora de Lourdes y a la escuela infantil El Tomillar, situadas en Torrelodones. Fuentes de la Consejería de Familia informaron que "una ruptura en la cadena de frío" del cocido, después de su preparación en la cocina de la residencia, fue la causa de la intoxicación.
Dávila mencionó que el inconveniente se controló en un plazo de 48 horas y que ninguno de los afectados mostró síntomas graves.
Ana Dávila destacó que desde el inicio, la Consejería de Familia proporcionó información clara sobre lo sucedido en Torrelodones, revelando tanto la causa como el procedimiento para controlar el brote. "Nosotros hemos dado todas las explicaciones necesarias. Se trató de una intoxicación leve que fue abordada de inmediato por Salud Pública", expresó la consejera, quien subrayó que el informe identificó un error en el proceso de enfriamiento de los alimentos, el cual fue corregido de manera rápida.
Por otro lado, la consejera Dávila expresó su descontento respecto a la escasez de información relacionada con el brote en el centro de refugiados de Pozuelo, que es administrado por el Gobierno central. "Lo ocurrido en Pozuelo no ha sido explicado, y seguimos sin conocer cuál ha sido la respuesta del Ejecutivo", afirmó, subrayando que este es un asunto serio debido al elevado número de personas involucradas.