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Los efectos del estrés en la piel (y cómo combatirlos)

jueves 02 de enero de 2025, 09:24h
Los efectos del estrés en la piel (y cómo combatirlos)
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Vivir siempre con prisas, tener constantemente la sensación de no llegar, dormir poco y mal… El estrés continuado es tan común hoy en día que lo hemos normalizado, sin embargo su impacto en la salud llega más lejos de lo que crees.

¿Sabes que la tensión y la fatiga afecta (y mucho) a la piel? Tez apagada, envejecimiento prematuro, reacciones inflamatorias… En este post te contamos cuáles son los efectos del estrés en la piel, y lo más importante: cómo combatirlos. ¡Desestresa tu piel!

¿Qué es el estrés?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como «el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción». El estrés es en realidad una respuesta biológica normal, y vital para la supervivencia. Ante una situación demandante o de peligro, secretamos sustancias como la adrenalina, que activa una serie de cambios fisiológicos para poder hacer frente a esa situación. Por ejemplo: aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, se produce un aumento del metabolismo para conseguir más energía y hacerla llegar a los músculos.

Esta respuesta tiene por objetivo ayudar a tu cuerpo a reaccionar de forma más rápida y eficaz para que puedas cumplir con tus objetivos sintiéndote una diosa de la productividad. ¡Ese es el buen estrés! El problema es que este mecanismo está “diseñado” para hacer frente a momentos puntuales en los que realmente hay un peligro o urgencia (estrés agudo), como era para nuestros antepasados correr tras un león.

Pero el estilo de vida actual nos hace activarlo de forma continua, es cuando sufrimos el llamado estrés crónico y cursa con la liberación de otra hormona, el cortisol.

La naturaleza prioriza siempre la supervivencia en detrimento de otras funciones y por ello, para dar respuesta a este estrés diario, el organismo puede dejar de hacer correctamente otros procesos, como la digestión, regenerar el organismo, etc. El sistema “se estresa” (valga la redundancia) y aparecen los desequilibrios hormonales y digestivos, el insomnio, inflamación, sistema inmunológico debilitado… y los problemas de la piel.

¿Cómo afecta el estrés a la piel?

La piel es altamente sensible al estrés. La desregulación de los ciclos de sueño, los cambios hormonales, la bajada de defensas… Todas las disfunciones que suceden en el interior de un cuerpo estresado se reflejan en la piel. De hecho, la piel también segrega cortisol cuando estamos estresados, y funciona como un sensor ante estímulos ambientales como la temperatura. Estos son sus efectos:

1. Deshidratación y sensibilidad: el estrés altera la microbiota cutánea y debilita la función barrera de la piel, que tiene el objetivo de evitar la pérdida de agua y las infecciones. La piel se deshidrata, se vuelve más sensible, y tiende a las irritaciones y rojeces. A veces reacciona de forma “exagerada” dando lugar a enfermedades inflamatorias como la rosácea, la dermatitis o las alergias.

2. El estrés provoca una peor renovación celular debido al desequilibrio de los ritmos circadianos (sueño-vigilia). En consecuencia, la piel no sólo tendrá una cicatrización más lenta de las heridas, sino que además la acumulación de células muertas y toxinas harán que la piel pierda luminosidad y vitalidad. Sí, por eso la tez apagada (y con ojeras) es la famosa cara del estrés.

3. Piel más grasa y acné: el estrés produce desequilibrios hormonales que alteran el funcionamiento de las glándulas sebáceas, generando más grasa de lo habitual. Además, como la renovación celular es más lenta, los poros se obstruyen con las células muertas, apareciendo acné o granitos. ¿Tiene sentido verdad?

4. Envejecimiento cutáneo. Sí, el estrés crónico envejece, ¡y mucho! A todo lo que te hemos contado (deshidratación, peor renovación celular), le sumamos que el estrés es uno de los principales generadores de radicales libres, que atacan a las fibras de colágeno y elastina provocando un envejecimiento prematuro del tejido. A la vez también empeora la producción de nuevas proteínas, por ello el estrés acelera la aparición de arrugas (o las hace más pronunciadas) y la pérdida de firmeza, además de la temida hiperpigmentación (manchas).

¿Cómo combatir los efectos del estrés en la piel?

Por supuesto que lo ideal sería bajar los niveles de estrés crónico, revisando las causas y aprendiendo a gestionarlo mejor. Sin embargo, hoy en día es difícil escapar del todo, ya que nuestro estilo de vida es muy diferente al de nuestros antepasados. Por ello es igual de importante manejar el estrés (técnicas de relajación, respiración, yoga, ejercicio), como aprender a defendernos de sus efectos.

La mejor prevención será mantener la piel limpia e hidratada y aplicar activos antioxidantes y específicos para ayudarla a defenderse de factores externos. En Segle Clinical disponen no uno, sino varios sérums con acción antiestrés que te ayudarán a mantenerla sana, joven y bonita con activos antiestrés de biotecnología azul, antioxidantes y regeneradores que serán pura calma para tu piel.

Te proponen un limpiador, dos opciones de sérums de día y dos de noche para que escojas los que mejor se adaptan a las necesidades de tu piel. Aunque ojo, todos se pueden usar día y noche si lo prefieres y crees que es lo que tu piel agradecerá más.

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