Cada vez más, el ocio está dispuesto a dejar un recuerdo imborrable en nuestra memoria. Con esta premisa se recuperan conceptos tan únicos como la sinestesia, donde un sentido puede experimentarse a la vez que otro. A partir de este curioso concepto se originó la propuesta del chef Kiko Moya, al frente del restaurante de moda en la capital Sinestesia. Este lugar es toda una experiencia gastronómica inmersiva, que responde a la pregunta ¿A qué saben los colores?. Durante una velada de aproximadamente 2 horas y media, cada comensal vive un viaje multisensorial a través de 8 pases y 8 mundos.
La dinámica es diferente a la de cualquier restaurante, Sinestesia dispone de única única mesa formada por 16 comensales donde compartirán una experiencia inmersiva e inolvidable cargada de sorpresas, diversión y dinamismo. Desde que se cruzan las puertas del espacio, diversos estímulos audiovisuales se proyectarán en la sala a través de una narrativa contruída en la que imágenes, sonidos, mensajes, sabores y texturas. Un restaurante único, perfecto para celebrar ocasiones especiales o sorprender a tu familia, pareja o amigos con un plan diferente en la capital.
¿Dónde puedes encontrar Sinestesia?
Ubicado en el innovador Centro Comercial Caleido, en los bajos de la torre homónima y junto a la zona de las Cuatro Torres, Sinestesia plantea un menú que tiene el reto de traducir al lenguaje gastronómico la extraordinariamente rica variedad de sensaciones que cada color es capaz de provocarnos. Para conseguirlo, se ha colaborado con otros chefs de prestigio en platos específicos que estos firmarán. En definitiva, una propuesta gastronómica irrepetible en el mundo que solo se podrá disfrutar en Sinestesia.
¿En qué se basa este “Viaje al sabor de los colores”?
Las veladas en Sinestesia se construyen alrededor de un viaje sensorial en busca del sabor de los colores. La propuesta puede disfrutarse a través de un menú de 270 €, maridaje incluido o 195 € sin maridaje donde los comensales experimentan cada uno de los colores en las 8 etapas totalmente diferentes. Cada etapa del viaje se abre con ingeniosa reflexión acerca del papel que cada color juega en nuestro mundo. Una experiencia que invita a desconectar del exterior jugando con capacidad de sentir diferentes percepciones y emociones durante la visita.