Hace un siglo a las mujeres de Pozuelo casadas, independientemente de su edad, se les conocía como Viejas. Y esas féminas se reunían cada año, a finales de mayo, para protagonizar un festejo en honor a la Virgen del Amor Hermoso. La fiesta también tenía una parte lúdica porque les servía para ponerse guapas y salir a bailar sin necesidad de ir acompañadas por sus maridos. Aireaban sus mantones de manila, se sujetaban flores en el pelo, se ponían carmín en los labios y a bailar a la plaza. Con solteros o casados.
La asociación cultural La Poza decidió recuperar la costumbre porque muchas vecinas que habían escuchado hablar a sus madres de la Fiesta de las Viejas. Hoy la celebración es una reunión de mujeres solteras y casadas para compartir misa, mesa, mantel y baile amenizado -como en el siglo pasado- por los músicos de la asociación recreativa La Inseparable.
Este año, con sus bonitos mantones y tras la celebración en la parroquia del pueblo en honor de la Virgen del Amor Hermoso, las participantes en el festejo, algunas nacidas en Pozuelo, se fueron juntas al restaurante y compartieron aperitivo con la alcaldesa, Paloma Adrados y la concejal de Cultura, Isabel González, que repartió claveles.
Luego bien comidas y muy alegres marcharon hacia la plaza de la Coronación para marcarse unos pasodobles. Cuentan que solo Jose Antonio Rueda, portavoz de UPyD Pozuelo y amante de las tradiciones, se atrevió a echarse un bailecito. Todo bajo la atenta mirada de la portavoz de IU-Los Verdes, Maite Pina, que no quiso perderse la fiesta.