La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha su Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, dirigido a proteger a la población más vulnerable ante las bajas temperaturas. Este plan, que se implementa desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo, establece alertas en función de la temperatura mínima prevista, activándose una alerta por riesgo alto cuando esta descienda a 1,9 grados centígrados. El objetivo es mitigar enfermedades relacionadas con el frío, especialmente en grupos como personas mayores y enfermos crónicos. Además, se ofrecen consejos para abrigarse adecuadamente y se recomienda estar atento a las condiciones meteorológicas. Los ciudadanos pueden recibir información sobre olas de frío a través de SMS o correo electrónico.